Mas de tres meses después de haber sido recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, acusado de haber creado el grupo «Me comprometo a matar a Jerónimo Alberto Uribe, hijo de Álvaro Uribe» en la red social de internet facebook, un juez anuló las pruebas técnicas con que la fiscalía impulsaba la acusación, por estar viciadas y no haber garantizado derechos fundamentales del procesado. La fiscalía y los abogados de Jerónimo Uribe decidieron no apelar la decisión del juez, por lo que será cuestión de días para que Nicolás recupere su libertad.
Nicolás Castro, estudiante universitario de bellas artes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, ha permanecido más de 100 días recluido en la cárcel La Picota, acusado de un crimen, del cual siempre fue inocente.
Un saludo para todos y agradecemos el apoyo constante, de quienes siempre fueron amigos de la libertad.
Amigos de la libertad de nicolás
amigosdelalibertaddenicolascastro.wordpress.com 
Para todos una causa, entender que no somos tan libres, pero muy solidarios y eso nos da toda la dimension de la libertad. Un abrazo a Nicolas, su familia y esta maravillosa familia, la hermandad por la libertad hoy y siempre.
Buen dia… Era visto que esta exageración en los términos (de ambas partes, aunque los instigadores fueron otros…), no podía ir mas alla de un susto, pues en principio, para uribito no fue mas que un susto, si es que una persona con tanta policia limpiandole el trasero puede llegar a asustarse…. (de hecho, si, se asustan mucho y viven sumidos en el miedo aunque no quieran reconocerlo, y hasta nos hacen pagar a todos por su miedo injustificado.)
A mí lo que me parece totalmente ADORABLE es que esto es algo totalmente circunstancial -la relevancia de la libertad de un estudiante sin una acusación sólida-. A diferencia de M. Opazo y algunos pocos, no creo y no veo a los estudiantes tomando consciencia de realmente lo que significa la encarcelación y el hoy-por-hoy del ser estudiante (y sobre todo, de carreras de Humanidades y Artes Liberales).
El soltarlo ahora es más que todo un acto político de quedar bien, de subir un poquitico en las encuestas (lo digo no por despreciar el proceso, sino sabiendo que realmente el aparato judicial desde la Emergencia Social de los juzgados del año pasado está *totalmente* a merced del MinInterior). Nadie puede devolverle en la Picota los días a Nicolás, ni la mala vibra que le enviaron -amén del comentario que oí una y mil veces al intentar conmover a otras personas para que enviaran cartas a la Fiscalía ‘eso le pasa a ese muchachito por avivato, por juguetón, por sobrado, es que no respetan […]’- y un largo etcétera que no se puede devolver.
Muy biche está la *comunicación* -ojo, no movimiento- entre estudiantes de arte en Colombia. Hay tanto Virus de Diva que no se puede desarrollar nada a largo plazo.
Ojalá se tomara nota real de lo que pasó, que por andar peleándonos como hienas los huesos que nos dejan en los espacios y circuitos, estamos vulnerables, débiles y lo peor, SOLOS. Esa realidad concreta es para mí la mayor reflexión de este caso.
¿Ya no es hora como de tener un poco de peso y empezar a estirar la columna, mostrar qué vivimos y cómo lo vivimos?
Nicolás: cuando salgas, un gran abrazo a vos y espero que como (A)artista tengas el suficiente empuje y centre para hacer buenas obras que rompan este muro de indiferencia.